jueves, 31 de julio de 2008

De cómo la tecnología no logra integrarse en la escuela a menos que …… cambie la escuela.

Realizando un análisis de lo que me toca vivir en el contexto donde me desenvuelvo como docente, este articulo refuerza lo que en ciertas ocasiones ha sido tema de discusión entre colegas “Las Tic en embalaje original”.
Considerando solamente aquellas escuelas que cuentan con la tecnología suficiente para ser usada como herramientas didácticas, la incorporación de las Tic en la práctica del docente; en la mayoría de los casos; ha originado una gran resistencia por diferentes motivos, desde el desconocimiento o “el que rompe paga”, hasta la gestión conformista sujeta a mínimas variaciones evitando así el surgimiento de nuevos problemas.
Desde hace tiempo la escuela perdió el monopolio de la información y comunicación, ahora los estudiantes se informan por la TV, radio y principalmente Internet, usan y manejan otros vocabularios desconocidos por los docentes. Y como dice en el articulo “lo que es mas grave esta información no es utilizada ni integrada por la escuela”, porque las tic no son de uso habitual en la institución, los chicos nacieron con las tecnologías, nosotros los mayores debemos acostumbrarnos a ellas.
Es común escuchar en las reuniones institucionales: “se muestran desinteresados, no se preocupan, nada les llama la atención, no hacen las tareas”, desde nuestro posicionamiento seria bueno pensar en qué podemos hacer para revertir esa situación. Nos cuesta vencer la tradicional forma de comunicación, a pesar que tenemos las herramientas a disposición, no las vemos como útiles.
Como podemos pretender que nuestros alumnos se interesen en nuestra clases si solamente usamos la tiza y el borrado, el compás y la regla de madera (sin desmerecer estas fabulosas herramientas que tuvieron su auge), estamos retrocediendo en el tiempo, mientras ellos afuera usan y hablan de bluetooth, Wi-fi, Mp3, Mp4, Pen drive.

Me parece muy ilustrativo el ejemplo del articulo en cuestión de cómo se han producido mínimos cambios en el sistema educativo en cuanto a incorporación de tecnologías. “si dormiríamos a un cirujano y a un docentes y los despertáramos hoy, el docente no tendría problemas para adaptarse, el cirujano si”
Comparto con uno de mis compañeros rescatando un fragmento de Diego Levis “aprender y enseñar hoy, el desafío informático”, quizás un desafío que los docentes no están dispuestos a enfrentar, cual es el beneficio que se logra, si las escuelas cuentan con tecnologías desde hace pocos años y los docentes no las utilizan?, quizás muchos crean que hay que tener conocimientos profundos de informática, pero la cuestión deriva en que no es necesario tecnificar una clase sino pedagogizar las tecnologías, pero como?. Vuelvo a recordar que estoy hablando desde mi contexto. Si nos ponen a disposición mediadores para integrar pedagógicamente las Tic, los cuales facilitan los procesos de formulación e implantación de proyectos pedagógicos en el aula integrando amigablemente las tecnologías, y aun así nos resistimos. Es evidente que sabemos, pero no queremos aceptar que las Tic producen cambios profundos y grandes beneficios en nuestros alumnos.
Si analizamos la gestión, el 90 % de los directivos son docentes viejos (en antigüedad, en edad también) arcaicos, arraigados, esperando que termine el ciclo lectivo sin mayores problemas. El incentivo debe surgir desde la gestión, donde el PEI y el PCI deben ser fundamentales para incluir proyectos de integración de las tic, donde la institución defina la política de inclusión de herramientas tecnológicas, para que sea sostenida en el tiempo. De esto es necesario repensar el lugar de la escuela en el nuevo contexto socioeconómico, iniciándonos en la restructuración de la forma de enseñar, considerar un modelo centrado en el estudiante, incorporando la tecnología como recurso didáctico, acompañada de procesos de apropiación reflexiva que permitan responder a nuevas demandas.
Pero “caminante no hay camino, el camino se hace al andar”, estamos en tiempos de grandes cambio, al menos nos dimos cuenta que la tecnología debe estar presente en la educación, debemos acostumbrarnos a ellas, ellas están, hay que aprender a usarlas y convertirnos en docentes innovadores prestos al cambio, dispuestos a aprender también de nuestros alumnos, ellos poseen los conocimientos técnicos nosotros como docentes debemos orientarlos al buen uso de las tecnologías.
Lamento haber sido mayormente pesimista en el análisis del artículo, pero termino con un deseo compartido con nuestra presidenta: “quisiera que llegue el día como en otros tiempos, en que los docentes sepan más que los alumnos”.